Cada vez q pregunto a alguien sobre la serie… se me queda viendo con cara de “¿Ni modo q vos miras eso?” Confieso q veo mas tele de la que debería y a veces veo programas de los q si me avergüenzo un poquito… no mucho, lo saludable nada más. Pero Ugly Betty, la versión gringa, no es una de esas q me avergüence. Lo digo con orgullo: cada vez q la encuentro en la tele la dejo y la veo y más o menos le he seguido la pista. Los problemas de esta serie para impresionar al público, especialmente el público latinoamericano, es que inevitablemente se le compara y contrasta con la versión original colombiana q fue, pues, un hitaso, un programa maravillosamente hecho, y a nivel mas personal, la única novela que puedo decir orgullosamente que vi entera (como todos la vieron).
En la versión gringa se ven algunas similitudes digamos… una base en la original. Pero la historia y los personajes fueron rigurosamente abstraídos, lo cual es respetable y en mi opinión, le da credibilidad y dignidad a esta versión. El otro asunto es q esta versión es mucho mas fashion, mucho más colorida y mucho mas metida en el contexto de las celebridades, banalidades y cultura pop estadounidense. A la moda se la considera frívola, y de allí que a este programa se le considere frívolo también.
Por alguna razón, mis grados de tolerancia a este tipo de cosas son mayores. Yo también critique estas cosas sobre el show, aun así, me quede viendo un rato mas, atraído mas por la decoración “minimal glam”, por los muebles de diseñador y el manejo del color en las oficinas de MODE MAGAZINE. Pero poco a poco fui entendiendo la visión de esta serie y decidí que me gustaba.
La razón por la que escribo sobre esta serie es de q si bien al principio pareciera tratarse sobre una chica fea e inadaptada q no sabe lo q está haciendo y se salva de las situaciones como gato panza arriba, la serie no se trata de eso realmente. Si, Betty es fea, inocente, vulnerable, ingenua y tiene mal gusto, pero más q eso, Betty es un espécimen de la más rara sub especie del género humano. Betty es una mujer luminosa y cálida, pero exitosa en una industria despiadada. Betty es café en una olla de agua hirviendo, no se ablanda ni se endurece, infusiona su color y sabor en el agua. Y eso es lo que encuentro fascinante sobre la serie.
En cada episodio Betty libra una batalla pacifica pero encarnizada contra un sistema opuesto a ella, y sale victoriosa. Con el pasar de las temporadas, Betty se ha hecho de aliados, de amigos, reforzado relaciones familiares, conseguido ascensos y aumentos, llevado una vida amorosa e incluso conseguido el respeto de su máxima antítesis, Wilhemina, como la vez que la considero “The One” tras haberle conseguido una tiara histórica, propiedad de un museo Filling for the Enemy 3 Temporada 2do Capitulo. http://www.youtube.com/watch?v=PFHxXwQwPDE&feature=related Logros conseguidos no “a pesar” de sus principios sino más bien “gracias a” los mismos. No es q crea que un personaje como ella sea posible y menos aun un modelo a seguir. Para ser honesto, la veo más como una heroína mitológica. Un personaje que si bien es ficticio, me hace plantearme, ¿Qué tal si si? ¿Q tal si, de hecho, si es posible q un individuo bueno, con estrictas normas éticas, con tal apego a sus raíces, con tal congruencia moral, tal sensibilidad y empatía y con tal auto aceptación sea capaz de triunfar en Babilonia? Opino que es inspirador. De encontrar algún espécimen de esa subespecie mi fe en la humanidad podría restaurarse completamente y con fundamentos.
La televisión, especialmente en el prime time, las series mas mainstream están llenas de personajes como Betty, aunque no tan conceptualmente concretos como ella. Sin embargo en la vida real, no conozco a ninguna persona q sea auténticamente y completamente buena, amable y ética y q a su vez este en la cumbre laboral (con el perdón de mis conocidos). Tampoco conozco gente avasalladoramente exitosa cuya luz se haya logrado conservar intacta. Pareciera q para poder triunfar y llegar a la cima, los principios y la calidad humana deben irse quedando tirados en el camino. A personajes ficticios como Betty, los encuentro fascinantes porque me hacen preguntarme ¿Qué tal si no? ¿Qué tal si puedo alcanzar la cima conservando mis principios, mi individualidad y mi luz? Más aun ¿Podrían de hecho serme de utilidad en el proceso? Quiero creer que sí.
