Secciones

miércoles, 28 de marzo de 2012

Desvenados, por favor, gracias.

Es cierto, no me hicieron mal, no sabían raro, de hecho… a pesar del trabajo tedioso de pelarlos, estuvieron sabrosos. Sin embargo, si pase todo el día acosado, no por el miedo a enfermarme,… sino mas bien por la insistente idea “hoy literalmente comí mierda”.

La razón por la cual un valiente y audaz borriquito de Huevatenango protagoniza una fantastica (y un poco disneyficada) epopeya colmada de sorpresas, vicisitudes y peligros, sobre los cuales no viene al caso ahondar puesto que este es el titulo, para reunirse con su angustiada mama burra en su tierra natal.



 Entonces el concejal quinto de Tangamandapio opinó: “Soltemos a un burro, y por donde vaya, pasemos el patrol y esa que sea nuestra carretera a Huevatenango.”